Are You There God? It's Me, Margaret
El coming of age es un género muy prolífico. Y hoy en día se suman las versiones posmodernas del género que exploran el crecimiento de personajes en edades más avanzadas, generalmente la crisis de los treinta años tan común en la generación millennial. Películas como The Worst Person in the World podrían encasillarse ahí.
Pero Are You There God? It’s Me Margaret trata sobre el primer y tal vez más importante crecimiento de todos, especialmente para las mujeres: la pubertad. Margaret es una niña de 11 años que al volver de un campamento de verano, se entera que va a mudarse de Nueva York para instalarse en los suburbios de New Jersey por un nuevo trabajo de su papá. Esto significa, obviamente, cambiar de amigos y de colegio, y también alejarse de su abuela (una enorme Kathy Bates) de quien es muy cercana.
Se trata de la adaptación de una novela del mismo nombre publicada en los 1970 por Judy Blume, y la película está a cargo de Kelly Fremon, quien hace unos años dirigió The Edge of Seventeen, otra coming of age muy buena con Hailee Steinfeld, un personaje bastante mayor que Margaret.
Lo que me encanta de esta historia es la decisión de enfocar el coming of age de Margaret a través de su dicotomía con la religión, y de ahí el título. Margaret no tiene religión, y de hecho odia las festividades religiosas, como confiesa en su primer día en su nuevo colegio. Su madre es católica y su padre (y su abuela) son judíos, así que decidieron que ella elija su propia religión cuando tenga la edad suficiente. Así que mientras atraviesa la crisis de mudanza y la pubertad, empieza a entablar conversaciones con Dios, pero que en realidad son, obviamente, monólogos consigo misma.
A veces es complicado escribir y mostrar personajes niños realistas. No es el caso aquí. Margaret, interpretada excelentemente bien Abby Ryder Fortson, es completamente encantadora y tierna. Es dulce e inteligente de forma completamente verosímil para una niña de once años que empieza a descubrir su cuerpo, su gusto por los chicos y la ansiedad completamente identificable de esta edad en la que cualquier día podés tener tu primera menstruación. Y por un lado querés que llegue ese día, pero por otro lado te aterra. No sos adulta, pero tampoco te sentís una niña.
Todas las escenas con Nancy y el resto de sus amigas comentando sobre los chicos, sobre los corpiños que tienen que comprarse o mirando revistas Playboy, son una delicia y muy graciosas.
Rachel McAdams y Bennie Safdie interpretan a los papás de Margaret, y quiero destacar sobre todo a McAdams que, aunque siempre está correcta, en este papel me deslumbró especialmente. Aunque se trata de un papel secundario, tiene también un arco precioso y grandes escenas con su hija que me conmovieron mucho. Esta es una gran película de madre e hija.
Que cosa extraña la adolescencia, pero qué temática tan identificable. Esta es una película que logra completamente lo que se propone. Es conmovedora, tierna, graciosa, profunda y completamente reconfortante. De lo más lindo que vi en el año.
Se encuentra por ahí, búsquenla que no se van a arrepentir.