Avatar: The Way of Water
Después de 13 años finalmente llegó la hora de volver a Pandora con #AvatarTheWayofWater, secuela de la película más taquillera de la historia, nada menos. Cuando se estrenó #Avatar en 2009, el mundo y-sobre todo- la industria del cine eran muy diferentes. Durante la década que transcurrió en el medio mucho se ha hablado sobre la película de James Cameron, acusándola de ser “la película sin fans” (?), tirando abajo la trama y cosas similares. De repente se volvió cool odiarla. Algo que nunca comprendí demasiado. La película de 2009 no está cerca de ser de mis favoritas de Cameron, pero me parece una película muy sólida y sobre todo, una experiencia visual inolvidable. Se trataba de una experiencia inmersiva completa a un mundo nuevo y hermoso con un CGI y 3D como no habíamos visto antes.
Parte de la razón por la que la secuela de la película más taquillera tardó tanto en llegar fue por los avances en tecnología mo-cap y CGI que Cameron quería lograr. Si saben algo de este director es que con cada película que hace empuja los límites de la tecnología y de lo que se puede lograr con efectos visuales. Lo viene haciendo desde Terminator, The Abyss, Titanic y, obviamente, con Avatar. Esta película fue hecha para ser vista en la pantalla más grande posible, la belleza de las imágenes es realmente de otro planeta.
A pesar de que la película de 2009 se sostiene muy bien (y se sigue viendo mejor que el CGI de la mayoría de las películas actuales) lo de The Way of Water es otra escala. Es realmente difícil entender cómo prácticamente nada de lo que estás viendo existe (aunque todo fue hecho por actores y capturado con mocap) porque es de un realismo impresionante. La piel de los Na’vi, la iluminación, los gestos extremadamente naturales y, sobre todo, las secuencias en el agua son tan bellas que logran emocionar.
El foco narrativo de esta secuela está puesto en la familia. En el prólogo, la voz en off de Sully nos pone al día sobre los hijos que tuvieron con Neytiri. Uno de ellos es humano e hijo del Coronel Quarich, y Kiri, hija del personaje de Sigourney Weaver y de un padre anónimo.
Es un poco forzado la inclusión de estos dos últimos ya que nada se había mencionado sobre ellos en la anterior, pero me gustó tanto cómo se desarrollan, sobre todo Kiri, que se puede dejar pasar.
Hay varias cosas de guión que Cameron no quiere que te preguntes demasiado. Además de Kiri y Spider, tampoco es demasiado fuerte la motivación de Quirtch (ahora en su forma Na’vi) para perseguir a Sully, sin embargo el resto del espectáculo es tan bueno que no me molestó pasar por alto esas cositas.
La película dura más de tres horas y definitivamente se siente, pero esto no significa que no sea entretenida. Durante la segunda hora de película el foco está en los hijos, la dinámica adolescente funciona muy bien y para este momento ya había empatizado con Lo’ak, Kiri y Neteyam, lo que es importante porque seguramente sean los encargados de llevar adelante las secuelas. La secuencia entre Lo’ak y el tulkun exiliado es bellísima. Se nota de lo enamorado que está Cameron de este universo y de nuestro planeta, ya que el mensaje detrás de de estas películas es profundamente ambientalista, llamándonos a tomar conciencia sobre cuidar nuestros bosques y nuestros océanos, y la flora y fauna que habitan en ellos. Esta película tiene una secuencia con un tulkun (criaturas análogas a las ballenas) que es muy dolorosa y perturbadora.
Además de la dinámica entre los adolescentes, compré muchísimo al nuevo Sully padre y la relación con sus hijos. Durante la espectacular tercera hora de esta película cargadisima de acción, hay un par de momentos de los hijos teniendo que salvar a sus padres y enseñarles cosas. Me resultó muy conmovedor y muy real, parte de la naturaleza y del ciclo de la vida.
La historia funciona muy bien, la introducción de los personajes nuevos funciona perfecto, el mensaje es hermoso e importante y ,por sobre todas las cosas, The Way of Water cumple en ser un espectáculo cinematográfico memorable. Hay que seguir creyendo en Jim Cameron.