Eyes Wide Shut
Como prometí hace un tiempo, quiero hacer reseñas de películas que no necesariamente sean estrenos que está comentando todo el mundo, y darle lugar a películas que tienen unos años. Probablemente al algoritmo no le guste esto pero no me importa pues no me dominará una ecuación matemática (?).
Hace unos días saldé una deuda pendiente que tenía: ver la última película de Stanley Kubrick, Eyes Wide Shut -que de hecho se estrenó después de su fallecimiento- y aún está en mi cabeza, porque eso pasa con las películas excelentes. Mientras la veía pensaba “no entiendo cómo tardé tanto en verla”, como me pasa muchas veces que veo por primera vez algún clásico, a veces los posponemos porque sabemos que siempre van a estar ahí, y siempre serán relevantes.
Eyes Wide Shut se estrenó en 1999, probablemente uno de los mejores años de la historia del cine, y en su momento no se la valoró lo suficiente porque estuvo tapada por varias cuestiones extra-película. En primer lugar, obviamente, el hecho de que era un poco “el legado y testamento” de uno de los grandes directores de la historia, y por otro, que esté protagonizada por la pareja en la vida real más popular de Hollywood del momento, nada menos que Tom Cruise y Nicole Kidman, cuyo matrimonio ya se rumoreaba estar en crisis -dicen que este rodaje terminó de quebrar esa relación-.
Con el tiempo se le fue dando su merecido reconocimiento, y me atrevo a decir que inmediatamente se transformó en una de mis favoritas del director. Siempre pensé que esta película tenía mucha carga erótica porque era una película sobre el sexo -creo que no era la única- y me llevé una gran sorpresa cuando me di cuenta de que sí, esta película tiene sexo y mucha desnudez, pero no es una película sobre el sexo ni mucho menos es erótica. Tiene más elementos de terror y suspenso que de otra cosa, la famosa secuencia de la fiesta de orgías es de las escenas más tensas y perturbadoras que vi, y el sexo ahí está filmado de la forma menos erótica posible.
Creo que esta es una película sobre el deseo, sobre las tentaciones y pensamientos conscientes e inconscientes -los sueños son una parte fundamental de la historias- en contraposición con nuestras acciones reales. El detonante es una discusión de la pareja en la que Alice le confiesa a su marido una fantasía sexual con un hombre que conoció; esto desencadena una noche de paranoia en Bill y es llevado de “tentación” en tentación en secuencias de una Manhattan nocturna que me recordó mucho a After Hours. Además de la temática del deseo, la película tambien critica a las altas sociedades y a los poderosos, cuya impunidad no tiene límites.
Qué decir a nivel técnico de una película de Kubrick, más que cada plano se siente calculado a la perfección, y el tono que se logra es muy único, algo entre el terror pero también rozando lo absurdo. Además, tiene uno de esos finales para el recuerdo, con una línea icónica dicha por Nicole.
Está en hbo max ¿la vieron? ¿qué opinan de esta película?