Fue La Mano de Dios
En los últimos años tuvimos varias películas muy personales de grandes directores, donde en historias semi autobiográficas deciden reflexionar sobre su infancia, sus lugares de origen y el nacimiento de sus pasiones. Tuvimos la excelente Roma de Alfonso Cuarón, y en 2019 vimos la hermosa Dolor y Gloria de Pedro Almodóvar y Once Upon a Time in Hollywood de Quentin Tarantino. Este año tenemos una obra similar en la última película de Paolo Sorrentino que está ahora en Netflix, Fue la Mano de Dios.
En esta película, Sorrentino le rinde homenaje a su Nápoles natal, a su familia -especialmente a sus padres- y a la figura de Diego Maradona. Y digo figura porque Maradona está presente no como un personaje, sino como una presencia más cercana a una deidad que rodea la vida de estos personajes, sobre todo de Fabietto, que representa al joven Paolo.
Tengo una debilidad por este tipo de historias donde los artistas se desnudan completamente y nos muestran sus vivencias para que podamos conocerlos. De algún modo todo artista hace catarsis en su obra, pero a veces es más explícito que otras. Además de entrarme por ese lado, la sentí muy cercana a casa. Es una película italiana, pero también es un poco argentina. No lo digo solo por la presencia de Maradona -y hasta una referencia a Messi que me descolocó bastante- sino porque los simpáticos parientes de Fabio me generaron mucha familiaridad, como si estuviera viendo un almuerzo o una juntada para ver un partido acá. Ciertos momentos de comedia -porque esta película es hilarante además de emocionante- me hicieron recordar a algo como Esperando la Carroza.
El amor con el que se muestra a Nápoles, las situaciones cotidianas con la familia, el gusto por hacer bromas de una mamá, la complicidad entre hermanos o entre un padre y un hijo vuelve bello a lo simple. No vi demasiado de la obra de Sorrentino, pero tanto en su excelente serie The Young Pope como acá, pueden verse elementos surrealistas, muchas veces relacionados con la religión, que le dan un toque que me gusta mucho.
Fue La Mano De Dios es un hermoso coming of age donde un gran artista se da el gusto de homenajear todo lo que ama y amó, con mucho coraje y sin reparos.