Past Lives
Más allá de cualquier concepto espiritual que podamos darle al término “vidas pasadas”, creo que la forma más terrenal en la que podemos interpretarlo es aquellas vidas que no vivimos, los caminos que no tomamos, los amores que no fueron. Cada decisión que tomamos nos acerca a nuestro futuro y nos aleja de nuestro pasado, pero este siempre será real. Sigue siendo parte de quienes somos. Perdernos en esas memorias puede ser reconfortante pero muchas veces bastante triste. Pero siempre hay algo romántico en la melancolía.
Todo eso se aborda en la ópera prima de Celine Song, Past Lives que debutó en Sundance de este año y creo que puede llegar a ser una candidata para varias categorías en la próxima temporada de premios.
La película abre con un plano de nuestros tres protagonistas en un bar neoyorquino en el presente: Nora, Hae-sung y Arthur. Escuchamos una voz fuera de campo que intenta adivinar cual es el vínculo entre estas tres personas, un juego muy popular y entretenido que muchos hacen en algún lugar público. La respuesta es sencilla pero a la vez muy compleja, y esta película nos la va a contar. Luego cortamos a un flashback que nos lleva 24 años atrás a Seúl, cuando Nora y Ha-sung tienen solo doce años y son noviecitos del colegio. Pero pronto Nora (o Na-young, su nombre coreano) emigrará a Canadá junto a su familia
Pero gracias a las redes sociales, Nora y Hae-sung vuelven a reconectarse 12 años después, cuando tienen veintipico de años. Ella ahora en Nueva York siguiendo una carrera como escritora, y él aún en su Seúl natal. Aunque estén en lugares distintos (geográfica y figurativamente) la conexión entre ambos es innegable. Pero pasarán otros doce años hasta que lleguemos al presente, ese que vimos en el primer plano del film.
¿Qué hubiera pasado si Nora se quedaba en Corea? ¿O si Hae-sung la visitaba antes? ¿Si Nora no conocía a Arthur? La película y los personajes se hacen estas preguntas. Estar transitando los treinta años viene con incertidumbres e interrogantes que nos hacen replantearnos nuestras decisiones, nuestras vidas pasadas.
Aunque Past Lives es sin dudas la película de Nora, Celine Song hace un gran trabajo en generar empatía con los tres protagonistas. La escena del bar del comienzo (que vemos completa en el tercer acto de la película) es maravillosa, la puesta de la directora juega constantemente con tus sentimientos sabiendo que querés ver a Nora y Hae-sung juntos en el plano, pero la sensación incómoda de dejar a Arthur afuera es insoportable. Me pareció logradísimo.
Es a la vez una película sumamente romántica, delicada y melancólica pero absolutamente realista. Es imposible no pensar en Richard Linklater y su trilogía Before al ver esta película, creo que es una clara heredera. Diálogos, paso del tiempo, ciudades testigo de personas mundanas que se replantean su vida constantemente.
Una película bellísima con un final de esos que te dejan sin aliento. Si la vieron quiero saber qué les pareció!