Poor Things
Yorgos Lanthimos vuelve a reunirse con su musa -ya podemos decirle así tranquilamente- #EmmaStone para su cuarta película en inglés, después de la excelente #TheFavourite. Manteniendo algunas similitudes estéticas, visuales y también algunas ideas temáticas con esa película, en #PoorThings lleva a su actriz mucho más allá, encarnando un personaje muy complejo y difícil pero completamente entrañable.
Poor Things adapta la novela homónima de Alasdair Gray, pero Lanthimos decide darle su toque personal y hacer algunos cambios clave en la historia. El principal, contar la historia completamente desde el punto de vista de Bella Baxter. Esta decisión desemboca en la creación de este mundo único, una época victoriana pero con toques futurísticos. Los lentes que usa Lanthimos deforman el mundo hasta lo absurdo, y el diseño de los sets y la fotografía le dan ese toque de fantasía, como si estuviéramos viendo ilustraciones de un libro de cuentos retorcido a pinturas surrealistas. Como lo vería Bella.
Inspirada fuertemente en Frankenstein, Bella Baxter es una creación del científico Godwin Baxter. Un hombre traumado y abusado por su padre obsesionado con la experimentación. Esto lo lleva a recuperar el cuerpo de una mujer embarazada que acaba de suicidarse, implantarle el cerebro del bebé no nato y reanimarla. Así que Bella es eso, un bebé en el cuerpo de una mujer adulta. Pero no es como cualquier bebé, evoluciona y progresa rápidamente, y es ese el viaje en el que nos va a llevar la película.
Bella vive encerrada en la casa de God (una referencia bastante obvia) y su padre/creador, un estudiante llamado Max y una mucama son los únicos otros humanos que conoce. Bella crece despojada de cualquier mandato social, sin ningún tipo de vergüenza o juicio. Es una hoja en blanco, y la película logra que experimentemos el mundo junto con ella.
Obviamente no tarda mucho en descubrir su cuerpo, y esto la inicia en su viaje de descubrimiento sexual y aventuras con Duncan, un Mark Ruffalo como nunca antes vimos. La película, que hasta este momento es en blanco y negro, explota en colores vívidos cuando Bella conoce el sexo.
Poor Things usa su sexualidad como símbolo de liberación femenina y agencia, al estar Bella completamente libre de tabúes y mandatos más que el simple hecho de alcanzar el placer físico y la felicidad. Pero pronto va a darse cuenta que no todo es tan simple, que el sexo es usado por hombres y mujeres como herramienta de poder, que las relaciones con hombres no son sólo aventuras, sino que sus egos e inseguridades los llevan intentar controlarla y poseerla.
Durante su viaje hacia la autonomía, Bella también aprenderá sobre filosofía y sobre la injusticia social, y en Paris sobre el trabajo sexual y socialismo. Creo que la película hasta este punto logra contagiarnos la fascinación y desilusión de Bella ante el mundo. Desde bailes, comida y bebida desenfrenados hasta llanto desconsolado por lo que ve en Alexandria. Pero el ritmo sufre bastante desde la llegada a París. Su estadía en el burdel se torna algo redundante, y hace sentir la duración. Las múltiples escenas de sexo son usadas para la comedia más que para el erotismo, y la cantidad ayuda a la absurdidad pero funciona hasta cierto punto, creo que después deja de aportar a la narrativa y al crecimiento del personaje. Después de su regreso a Londres, Bella ya una mujer adulta y sabia, la curiosidad sobre su pasado aparece, pero creo que la película se hubiera beneficiado si esto sucedía un poco más temprano.
El último acto me perdió bastante. La aparición de su ex esposo y esta última “aventura” de Bella no aporta nada demasiado novedoso, y solo subraya de más y lleva el chiste hasta un punto bastante torpe y hasta tonto.
Es bastante inevitable no comparar esta película con Barbie porque las similitudes son muchas. Una mujer ingenua es confrontada con las crueldades e injusticias del mundo, donde los hombres ejercen poder y dominación y temen perder el control. Poor Things es la versión retorcida y desenfrenada de esa idea. Sin embargo creo que acá es todo más sutil y no tiene impreso un mensaje tan claro en su centro. Además, se plantean algunas cuestiones sobre el abuso y sobre la identidad muy interesantes, aunque me hubiera gustado que se exploren un poco más.
El abordaje hacia la liberación femenina es muy astuto, ya que Lanthimos usa un tropo bastante común y lo revierte completamente, el “born sexy yesterday”. Este consiste en un personaje femenino que no es consciente de su atractivo físico y que, al mismo tiempo, tiene que aprender cómo funciona el mundo en el que está. Obviamente es un personaje varón el encargado de explicarle mientras ella se enamora de él. Poor Things arranca con algo que parece que va para ahí, pero pronto Bella se vuelve completamente independiente y su emancipación completa es el fin de su arco.
Todavía no mencioné a Emma Stone pero ella es la razón por la que esta película funciona. Bella Baxter requiere una interpretación muy física y precisa, es un personaje que evoluciona durante el film no sólo a través de su cuerpo sino también de la forma de hablar y pensar. Es realmente mágico transitar ese crecimiento a través de las sutilezas de lo que hace Emma Stone, creo que es sin dudas de las actuaciones del año y la mejor de su carrera. Los primeros planos que sostiene con ese magnetismo propio de una gran estrella hacen que seguirla en este viaje sea lo disfrutable que es.
Tampoco hablé del tono, pero esta película es muy graciosa. Desde la comedia física hasta gags propios del guión como los jugos gástricos de God, la comedia negra está en un gran nivel. Llama la atención lo positiva y reconfortante que resulta esta película, aunque nunca abandonando su estilo, en comparación a otras de la filmografía de Lanthimos. Probablemente haya sido encantado y enamorado por este personaje tan único como es Bella.
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