Puss In Boots: The Last Wish
No tenía intención alguna de ver Puss In Boots The Last Wish, secuela de ya un innecesario spin-off de 2011 fruto del éxito de la franquicia de Shrek. La saga del ogro verde empezó como una novedad muy divertida y autoconsciente que se burlaba de las películas de Disney y Pixar que dominaban la cartelera. Pero lo que parecía una idea fresc terminó también agotándose y repitiéndose a sí misma.
Sin embargo Puss in Boots The Last Wish demostró lo contrario a todos los que pensábamos que se trataba de una película hecha en piloto automático usando un IP exitoso para hacer algunos dólares extras. En esta película se nota que hay amor hacia el formato de la animación, muchas ideas, creatividad y ganas de hacer algo nuevo. Y vaya que lo logran y se convierten en una de las sorpresas del 2022.
A nivel trama la película es muy simple y nos presenta una clásica historia de aventuras. Hay una quest que el protagonista deberá hacer para conseguir un mcguffin (en este caso un mapa hacia una estrella que te da el deseo del título de la película) y en el camino deberá enfrentarse a otros personajes en busca del mismo objetivo. En su aventura lo acompañan Softpaws -su interés romántico- y un Perrito disfrazado de gato completamente adorable y encantador. Pero la película se destaca del resto en dos aspectos principales. En primer ligar, a nivel visual esta película es una fiesta de colores y de ideas. Aprovecha el formato de la animación para mezclar distintos estilos y texturas usando, obviamente, la animación 3D pero también animación tradicional, influencias del animé y pinceladas que no se ocultan. Creo que así como Toy Story marcó un antes y un después en la animación en 1995, Spider-Man Into the Spider-Verse inauguró una nueva era. Películas como ésta o como la excelente Mitchell vs the Machines son claras herederas del film de Lord & Miller, y se animan a explotar las infinitas posibilidades que te da este formato maravilloso. Las secuencias de acción de esta película son excelentes a nivel puesta y animación, hasta tiene referencias a westerns.
Lo segundo que quiero resaltar de esta película es lo que se anima hacer con su protagonista. Puss in Boots es un personaje carismático (en parte gracias a la interpretación de Antonio Banderas), intrépido y arrogante. Esa es su esencia. Sin embargo en esta película atraviesa una crisis existencial (propia de la mediana edad) que lo vuelve completamente vulnerable y termina siendo un personaje completamente diferente. En esta película el Gato tiene un ataque de pánico generado por el pavor hacia el excelente villano -a nivel diseño y guión- que es básicamente la MUERTE. El Gato se tiene que enfrentar a su propia mortalidad después de perder sus ocho vidas y aprender a disfrutar de la última que le queda. Es básicamente algo con lo que podemos empatizar todos, y sobre todo los adultos. En esta película hay ataques de pánico, hay un héroe vulnerable ante un peligro muy real que no tiene nada que ver con los cuentos de hadas, y hasta hay sangre. En mi reseña de Pinocho destaqué lo que aprecio cuando las historias destinadas a niños se animan a tocar temas complejos con algo de oscuridad sin subestimar a su audiencia más pequeña, me parece valiosísimo.
El elenco de voces es fantástico. Antonio Banderas y Salma Hayek tienen mucha química, pero también destaco a Harvey Guillen como Perrito, Wagner Moura como la MUERTE y Florence Pugh y Olivia Colman haciendo de madre e hija. Y John Mulaney cuyo timbre de voz me da mucha alegría.
Una absoluta sorpresa, no se la pierdan.