The Boogeyman
El 2020 fue un año extraño para todos y por supuesto que para el cine también. Mientras las producciones de series y películas se detuvieron por la pandemia, algunos cineastas se las ingeniaron con lo que se podía hacer desde casa o en locaciones limitadas para hacer películas (y que las plataformas puedan seguir renovando sus catálogos). Este fue el caso de la plataforma Shudder -exclusiva de cine de terror que está disponible sólo en Estados Unidos por ahora- que financió una pequeña película llamada HOST dirigida por el británico Rob Savage. La idea original salió de un cortometraje del director que se volvió viral.
Host no es una obra maestra, pero sí es una película de terror muy lograda que representa una época muy particular, y eso mismo le da cierto lugar en la historia del género de los últimos años.
En 2021 Savage dirigió Dashcam -que no vi- que también sucede en pantallas, pero esta no tuvo el buen recibimiento ni la relevancia de su ópera prima. Este año Rob Savage hizo su primera película cuya puesta en escena es “normal” por llamarla de alguna forma, es decir que no sucede en pantallas ni es found footage ni nada por el estilo, formato que puede ser muy efectivo pero también bastante limitante a la hora de contar.
#TheBoogeyman es la adaptación de un cuento bastante conocido de Stephen King, y el director aprovecha para mostrar su destreza detrás de cámara y realzar un guion que no es para nada sobresaliente, con una puesta en escena muy buena.
Para volver a mencionar la historia del género de los últimos años, si vieron películas de terror en el último tiempo, habrán notado que el trauma y el duelo son temas muy recurrentes en las películas. Vuelve a ser el caso en The Boogeyman, ya que seguimos a una familia traumada por la repentina muerte de la mamá de una adolescente y su hermanita menor. El padre -interpretado por Chris Messina que siempre disfruto ver- es un terapeuta que se está adaptando a ser padre soltero. En este contexto este monstruo aparece a acecharlos aprovechándose de las vulnerabilidades.
Con metáforas similares el año pasado estrenó Smile, que también lidiaba con los traumas siendo explotados por entidades malignas. Así que por este lado, nada demasiado inspirado pero igual es suficiente para que entremos en la historia.
Rob Savage usa movimientos de cámara, encuadres y juegos de foco en los planos que funcionan muy bien. La película hace gran uso de la oscuridad para el terror, ayudado también por las grandes interpretaciones de las dos niñas (Sophie Thatcher y Vivien Lyra Blair) que junto con la dirección hace que esta película salga airosa.
El diseño de la criatura me gustó, y también el director usa a su favor la mitología del monstruo para no mostrarlo demasiado, pero a su vez la mitología alrededor de la criatura se queda un poco corta. No pretendo sobre explicaciones, pero sí entender cómo funciona, cómo se mueve, etc.
Una película imperfecta pero que aún así la encontré bastante cumplidora. Pueden verla en Star Plus.
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