The Whale
La nueva película de Darren Aronofsky generó una opinión muy divisiva y reaccionaria en la crítica y también en el público. Supongo que era de esperarse de un realizador como Aronofsky que no suele andar con grises, y sobre todo en una película como esta que parecía provocar desde el título. Tampoco es menor que esta sea la gran vuelta de Brendan Fraser a la pantalla grande después de años muy duros. The Whale está basada en una obra de teatro y definitivamente se siente muy teatral, tanto por la locación y la dinámica de los pocos personajes que aparecen y también por la puesta en escena.
Charlie es un profesor universitario que después de una tragedia personal entró en una grave depresión que canaliza a través de la comida. Cuando lo conocemos padece obesidad mórbida, está recluido en su casa y tiene sólo unos días más de vida por las complicaciones que le causa su condición. Charlie no permite que sus alumnos ni el chico del delivery lo vean. Sólo tiene relación con su amiga/enfermera que lo visita y lo cuida. Pero a raíz de su diagnóstico, decide reconectar el vínculo con su hija que no ve hace años. La forma en la que los personajes entran y salen para decir diálogos expositivos a Charlie, muchas veces un tanto forzados no me pareció que funcionara. Además hay un personaje que aún no entiendo para qué sirve sino para referirse a temas como la religión y la homofobia que de otra manera no calzaban en el guión.
Más allá del guión y la puesta, no me gustó cómo trata a su protagonista. Poner a una persona obesa en pantalla es algo delicado, y creo que Aronofsky peca de morboso y grotesco muchas veces. La película no habla sobre la gordura, sino sobre la depresión, la soledad y la redención, así que con más razón hay cosas que me resultan innecesarias. Es distinto verlo en un escenario, pero el cine te direcciona la mirada y te manipula de una forma diferente.
Hay planos con ángulos raros, una secuencia de atracón con música de tensión o varios momentos en donde a Charlie se le cae algo, o tiene que levantarse -lo que por supuesto le significa un esfuerzo enorme- y la película parece que los tratara como momentos de suspenso, ¿se morirá Charlie en este momento? ¿le dará otro infarto?
Brendan Fraser lo da todo y sus ojos están llenos de bondad y sinceridad, pero creo que la película no lo es.