The Zone of Interest
#JonathanGlazer no es un director con una filmografía muy extensa, y cada una de sus películas tiene algo que la distingue. Podríamos decir que es un autor al que le gusta experimentar con los recursos, así que cada vez que estrena una película, sabemos que nos vamos a encontrar con algo diferente a todo lo demás.
Arranco la reseña así porque creo que esta es una película muy especial, y al tener tanta atención por la cantidad de premios y nominaciones que está recibiendo (es la favorita para ganar Mejor Película Internacional en los Oscars), puede que muchos vayan a verla sin tener demasiado contexto más que ese, y tal vez el dato de que es una película sobre la Segunda Guerra Mundial. Aunque esto último es cierto, no es una película sobre la Guerra como ninguna que hayamos visto antes, ni siquiera las que se enfocan sólo en el Holocausto.
#TheZoneOfInterest se enfoca en la familia del Comandante Rudolf Höss, quien era director del campo de concentración de Auschwitz. Vivía con su familia justo al lado del campo donde sucedió uno de los genocidios más grandes de la historia. Había un muro que separaba su jardín donde su esposa regaba sus plantas y donde sus hijos jugaban, del lugar donde se cometieron los crímenes más atroces. De un lado del muro, vida y risas. Del otro, muerte y gritos.
Pero eso es solamente una parte mínima de The Zone of Interest. Son todas las decisiones que toma Jonathan Glazer para mostrarnos a esta familia lo que hacen a esta película tan única. Digo “mostrar” porque eso es lo que se siente, que estamos espiando la vida de esta familia acomodada viviendo en una casa hermosa en el sur de Polonia. Glazer logra captar la mundanidad de esta familia, que llevaba una vida absolutamente normal en negación (o desidia) de lo que sucedía más allá del muro de su patio. El director nos muestra su día a día casi como si estuviéramos viendo un reality show, con planos estáticos de cámaras ubicadas en cada ambiente de la casa.
Sin embargo, el poder de esta película está en el uso del fuera de campo. Un fuera de campo terrorífico e insoportable. Es el sonido constante de los hornos y otras maquinarias que se escuchan de fondo, los tiros, los gritos, la luz de las llamas que ilumina la noche. Mientras la esposa (Sandra Hüller, otra vez) le muestra a su madre orgullosa su jardín, en el cielo hay humo de chimeneas. O tal vez sea de los trenes que traen a más víctimas. A veces no estamos tan seguros, y no podemos creer estar siendo testigos de semejante crueldad y egoísmo.
No solo es diferente a otras sobre la Segunda Guerra Mundial en su estructura, sino visualmente. Lejos de intentar buscar verse como una película “de época”, esta es una película que se ve muy moderna. Los días son siempre soleados (aunque los colores son muy desaturados) y la luz entra mucho en esa casa. Los planos y encuadres son limpios y calculados. La ropa y la casa se ven nuevas. Nada parece salido de los años 40, esta familia podría ser contemporánea. Creo que esta es otra de las decisiones más importantes que toma Glazer que evidencia lo que nos quiere comunicar: esto también está pasando hoy.
The Zone of Interest nos obliga a recordar que el Holocausto no fue un hecho que quedó en el pasado y nada más. Los nazis no fueron criaturas extraterrestres malvadas que cometieron atrocidades. Todo esto fue hecho por humanos. Para que atrocidades de este nivel existan, hay muchos que tienen que vivir como Hedwig y su familia, hay muchos que deciden ignorar lo que hay detrás del muro o de donde vienen los tapados de piel que te probás. Para que estas cosas sucedan, hay muchos que se benefician y viven cada vez mejor mientras otros sufren.
Poner a esta familia tipo en el medio también nos obliga a reflexionar sobre nuestro rol en todo esto. Esa madre quería cuidar a sus hijos, ese hombre proveer para su familia, y esos niños son simplemente curiosos e hijos de quienes son hijos. Todos somos parte del contexto que nos toca, y todos tenemos un muro donde decidimos limitar nuestra mirada. Puede ser una pantalla de celular, puede ser algo que decidamos ignorar para poder seguir con nuestra vida y nuestros proyectos dentro de casa.
La maldad vista desde afuera y como algo que sucedió hace mucho tiempo y en un lugar remoto nos parece reprochable e indignante, pero The Zone of Interest parece ponernos un poco en evidencia mostrandola de forma banal. La maldad está siempre a un muro de distancia.
Hay algunas otras decisiones interesantes en esta película que son dignas de discutir, algunas incluso podrían pecar de pretenciosas. Pero esta película es tan extraña y a la vez poderosa que le voy a permitir todas las rarezas. No quiero ahondar demasiado para no arruinarlas para nadie, ya las hablaré seguramente en un episodio de Quémese.
¿La vieron? ¿Qué les pareció?