Zodiac
Muchos directores tienen filmografías con películas bisagra que marcan un antes y un después en su estilo y carrera. Sin dudas creo que Zodiac es la de David Fincher. Por un lado, esta es la primera película que filma en digital, y ahí descubre el formato que va a defender enfáticamente durante el resto de su carrera. Esto le permitió más libertad en su forma metódica y exigente de trabajar, haciendo las tomas necesarias para que las escenas queden perfectas.
También se nota una clara maduración en el abordaje de la temática de esta película. Fincher ya había dirigido la excelente Se7en una década antes, otro film sobre un asesino serial, pero muy diferente. Seven es un thriller muy oscuro que a pesar de dedicar gran parte de su trama a la investigación policial, tiene mucho foco en los asesinatos y la violencia. Pero la diferencia más importante con Zodiac es el final. Seven tampoco tiene un final feliz, de hecho es uno de los más trágicos de la historia, pero es una resolución directa de todo lo establecido: identidad y motivación del asesino y arcos de nuestros dos detectives protagonistas.
En Zodiac esto no sucede. Así como ya escribí en otro post que The Social Network no es una película sobre Facebook, Zodiac no es una película sobre un asesino serial. Al menos no en el más tradicional de los sentidos. Zodiac es una película sobre la obsesión, sobre la injusticia y sobre lo que pueden causar a lo largo del tiempo. El Zodíaco cometió al menos 5 asesinatos -aunque se atribuyó muchos más- durante fines de los ‘60 y principios de los '70 en la zona de San Francisco. Durante esa época hubo varios asesinos seriales cuyas identidades han sido confirmadas y sus casos resueltos; pero Fincher intencionalmente decide contar un caso sin resolución, porque eso no es lo que le interesa.
Aunque en esta película conocemos a tres personajes cuyas vidas serán completamente afectadas por los crímenes del Zodiaco, -el detective Dave Toschi, el reportero Paul Avery y el caricaturista Robert Graysmith- es a éste último a quien Fincher dedicará gran parte de la historia. El personaje interpretado por Jake Gyllenhaal ni siquiera estaba encargado de resolver los crímenes, era un simple boy scout aficionado por los rompecabezas que se obsesiona con obtener una respuesta aún cuando la mayoría de la gente ya había olvidado el caso, y a costa de su vida personal. Aunque el film no tiene una respuesta definitiva sobre la identidad del asesino, le da una especie de cierre a Graysmith, quien lograr mirar a los ojos al sospechoso más probable. Algo que recuerda bastante a Memories of Murder de Bong-Joon Ho, a la que ésta película le debe mucho.
Otra diferencia con Seven es que acá el ritmo es mucho más lento y paciente, algo que parece corresponderse con la lentitud de la longeva investigación. Pero no por eso es una película aburrida, al contrario. Por más de que no esté centrada en asesinatos, sí vemos algunos en secuencias llenas de suspenso. También hay una escena de absoluto terror: cuando Graysmith visita un sótano es una de las secuencias más brillantes y terroríficas que Fincher ha logrado.
Zodiac me parece una obra maestra absoluta que además ha envejecido muy bien, ahora que el true crime llena el catálogo de Netflix y los podcasts de Spotify, esta película nos recuerda los horrores y las vidas que arruinan estos crímenes aún más allá de sus víctimas directas.